Trabajo
N°2
1) Vamos a leer un cuento fantástico.
Estos cuentos presentan hechos extraños y que, por ende, nos asustan un poco.
En este relato en particular, aparece un objeto cotidiano, un libro, que tiene una
característica que se sale de lo ordinario.
Leé el cuento y después realizá las actividades que están a
continuación.
El libro de Sylvia Iparraguirre
El hombre miró la hora: tenía por delante veinticinco minutos
antes de la salida del tren. Se levantó, pagó el café con leche y fue al baño.
En el cubículo, la luz mortecina le alcanzó su cara en el espejo manchado.
Maquinalmente se pasó la mano de dedos abiertos por el pelo. Entró al
sanitario, allí la luz era mejor. Apretó el botón y el agua corrió. Cuando se
dio vuelta para salir, de canto contra la pared, descubrió el libro. Era un
libro pequeño y grueso, de tapas duras y hojas de papel de arroz, inexplicablemente
pesado. Lo examinó un momento. No tenía portada ni título, tampoco el nombre
del autor o el de la editorial. Bajó la tapa del inodoro, se sentó y pasó
distraído las primeras páginas de letras apretadas y de una escritura que se
continuaba sin capítulos ni apartados. Miró el reloj. Faltaba para la salida
del tren.
Se acomodó mejor y ojeó partes al azar. Sorprendido reconoció
coincidencias. Volvió atrás. En una página leyó nombres de lugares y de
personas que le eran familiares; más todavía, con el correr de las páginas
encontró escritos los nombres de pila de su padre y su madre. Unos tres
capítulos más adelante apareció, completo, sin error posible, el de Gabriela.
Lo cerró con fuerza; el libro le producía inquietud y cierta repugnancia. Quedó
inmóvil mirando la puerta pintada toscamente de verde, cruzada por
innumerables inscripciones. Fluyeron unos segundos en los que percibió el
ajetreo lejano de la estación y la máquina Express del bar. Cuando logró calmar
un insensato presentimiento, volvió a abrir el libro. Recorrió las páginas sin
ver las palabras. Finalmente, sus ojos cayeron sobre unas líneas: En el cubículo, la luz mortecina le alcanza
su cara en el espejo manchado. Maquinalmente se pasa la mano de dedos abiertos
por el pelo. Se levantó de un salto. Con el índice entre las páginas, fue a
mirarse asombrado al espejo, como si necesitara corroborar con alguien lo que
estaba pasando. Volvió a abrirlo. Se
levanta de un salto. Con el índice entre las páginas, va a mirarse asombrado…
El libro cayó dentro del lavatorio transformado en un objeto candente. Lo miró
horrorizado. Consultó el reloj. Su tren partía en diez minutos. En un gesto
irreprimible que consideró de locura, recogió el libro, lo metió en el bolsillo
del saco y salió. Caminó rápido por el extenso hall hacia la plataforma. Con
angustia creciente pensó que cada uno de sus gestos estaba escrito, hasta el
acto elemental de caminar. Palpó el bolsillo deformado por el peso anormal del
libro y rechazó, con espanto, la tentación cada vez más fuerte, más imperiosa,
de leer las páginas finales. Se detuvo; faltaban tres minutos para la partida.
Qué hacer. Miró la gigantesca cúpula como si allí pudiera encontrar una
respuesta. ¿Las páginas le estaban destinadas o el libro poseía una facultad
mimética y transcribía a cada persona que lo encontraba? Apresuró los pasos
hacia el andén pero, por alguna razón oculta, volvió a girar y echó a correr
con el peso muerto en el bolsillo. Atravesó el bar zigzagueando entre las mesas
y entró en el baño. El libro era un objeto maligno; luchó contra el impulso
irreprimible de abrirlo en el final y lo dejó en el piso, detrás de la puerta.
Casi sin aliento cruzó el hall. Corrió por el andén como si lo persiguieran.
Alcanzó a subir al tren cuando dejaban el oscuro andén atrás y salían al cielo
abierto; cuando el conductor elegía una de las vías de la trama de vías que se
abrían en diferentes direcciones.
a- ¿Hay palabras en el cuento que no
conozcas? Hacé una lista y buscá su significado.
b- ¿Cómo era el libro? Buscá las características
que aparecen representadas en el cuento.
c- En los cuentos fantásticos, los
lugares se representan con características particulares para que el ambiente
“acompañe” a la historia y nos dé un poco más de temor. Subrayá los adjetivos
de la siguiente lista que describen el lugar:
Absurdo – sombrío –
anticuado – lujoso – bullicioso -
descuidado – luminoso
Si no sabés qué significa
alguna de las palabras de la lista, buscala en un diccionario o googleala.
d- ¿Por qué creés que el protagonista
abandona el libro en el baño?
e- Escribí cinco oraciones que resuman
lo que pasa en el cuento. Desde las primera acción hasta el desenlace.
f- Vamos a cambiar un poco la
historia. En lugar de abandonar el libro
el protagonista descubre que puede escribir un párrafo con algo que desea que
le pase a él o a alguien cercano. No es maligno y puede cumplirle un deseo. Escribí
un nuevo final, pensá qué pediría este hombre si pudiera conseguir algo que
quiere.
g-
Vamos a jugar con las palabras. Abajo hay tres grupos que tienen palabras
sueltas: un sustantivo (sujeto), un verbo (podés usar por ejemplo: comió,
comerá, va a comer, etc.) y un complemento. Tenés que inventar oraciones, con
las que están en cada círculo, que representen situaciones distintas y, como
leímos un cuento fantástico, pueden ser un poco locas. Tené en cuenta que no podés mezclar las palabras de cada grupo.
A B C
PERRO CELULAR CAMELLO
COMER TRANSMITIR LLOVER
EN LA LUNA BRILLANTEMENTE SOLITARIAMENTE