ÉTICA CRÍTICA
F. NIETZSCHE (1844 – 1900)
Roger
Verneux en Historia de la Filosofía contemporánea resume claramente la crítica
de Nietzsche hacia la moral tradicional, hegemónica, universal, con la
intención de ir hacia una transmutación de valores, léase:
“Su
tesis fundamental es la siguiente: las cosas en sí mismas carecen de valor; su
valor resulta de una valoración que es un acto del hombre, que expresa sus
deseos, sus instintos, en el fondo de su voluntad de poder. “En verdad los
hombres se dieron a sí mismos su bien y su mal. En verdad no lo cogieron, no
los hallaron, no los escucharon como una voz descendida del cielo. Es el hombre
quien puso los valores en las cosas, es él quien creó el sentido de las cosas,
un sentido humano por esto se llama “hombre”, es decir, el que valora. Valorar
es crear. Por la valoración se fija el valor. Sin valores la nuez de la
existencia estaría vacía. Escuchad, pues, vosotros que sois creadores.”
Los
valores que han sido admitidos son obra de una humanidad degenerada. Han sido
inventados por los débiles, por la masa, el rebaño, el populacho, los esclavos,
como dice Nietzsche, para defenderse contra los fuertes, los amos, los señores,
y para reducirlos a la impotencia. Lo primero que hay que hacer es, pues
“romper las antiguas tablas de valores”. Librar al hombre de los ídolos que se
ha creado.
Todos
los valores gravitan alrededor de la concepción del bien y del mal. Por esto
Nietzsche designa con frecuencia las tablas de valores con el nombre de
“morales”. Hay, dice, una moral de los señores y una moral de los esclavos
(Dios, los valores teóricos, los valores morales y los valores sociales).
Nietzsche
no reprocha a las antiguas tablas de valores el ser falsas, ya que no cree en
la verdad; ni el ser nocivas, pues tienen una manifiesta utilidad para los
débiles. Sólo les reprocha, y a sus ojos estos es esencial, el oponerse al
movimiento de la vida.”
Durante
mucho tiempo, nos engañamos pensando que la Verdad garantizada por Dios. Todo
se ha desmoronado. No vivimos por y para la verdad. La verdad es la ilusión que
creamos para sustentar el deseo, la pasión y la voluntad de poder. Somos
valores. Valores superiores y valores inferiores. El valor superior es la
nobleza, el valor inferior es la mediocridad, el ser como todos. Ser como uno,
esa es mi verdad, no la universal. Yo necesito una verdad propia. Y ser como
los demás, ésa es la gran falsedad, la negación del yo mismo, la masificación.
Su
crítica de la moral es la crítica de toda visión hegemónica del mundo. “No existe continuamente una única moral
moralizante y toda eticidad, cuando se afirma a sí misma exclusivamente, mata
demasiadas fuerzas buenas y viene a salir demasiado cara a la humanidad”
(Aurora, aforismo 164). Reconocer esto abre el camino a una visión experimental
de la existencia “deberían ser realizados nuevos experimentos de la vida y de
comunidad” (ibid)
En
la presente exposición trataremos de separar en lo posible aquello que, en el
todo, está absolutamente unido. Nietzsche concibe, en primer lugar, la
existencia dada del hombre dentro de una consideración objetiva, tal como ella
se muestra en el universo y en las constantes variaciones psicológicas. En
segundo lugar, concibe la libertad del hombre, en cuanto modo según el cual
éste se produce así mismo. En tercer lugar, en vez de la realidad del hombre
concibe en el símbolo del superhombre un indeterminado contenido de fe, una
creencia acerca de que el hombre, al superarse asi mismo, debe llegar a ser en
el mundo.
Dentro
del mundo viviente el hombre se puede comparar con el animal. Por cierto,
pareciera “con toda naturaleza, nos apremiásemos por el hombre, como si este
fuese algo superior, ubicado por encima de nosotros”. De este modo, nacen
muchos giros por los cuales Nietzsche puede decir que el hombre es un animal.
“el hombre es el animal más cruel”; además es el “animal más valiente; y cuando
ese ser piensa, es un animal que juzga”. La circunstancia de que el se distinga
así mismo del animal solo ocurre por el espanto de serlo o de poder serlo. El
origen de semejante espanto es decisivo: constituye la cuestión acerca de la
diferencia entre hombre y animales. La circunstancia de que el hombre en lucha
contra todos los animales alcance la victoria ya le confiere un puesto único y peculiar. La diversidad
esencial, que solo se puede aprehender en un salto, yace, en primer lugar, en
la autoconciencia que lo distingue, sea esta lo que fuere. Según Nietzsche, el
hombre se sabe diferente del animal, por la memoria; pero erróneamente se cree
distinto de èl por la libertad. Al llegar a tener conciencia de sí mismo, el
hombre adopta una actitud que contradice a la del animal, incluso, lo puede
envidiar, estimándolo como feliz, o también puede ver la maldición de la vida
animal “no podemos concebir destino más doloroso.
En
segundo lugar, Nietzsche habla de la diferencia esencial adentro de la
consideración que estima al hombre como siendo origen de las posibilidades
indeterminadas. En contraste con animales, cada uno de los cuales perteneces a
un tipo fijo, el hombre de que “el hombre sea el animal todavía no fijado”
significa su posible capacidad, casi limitada de cambiar. Dicha capacidad tiene
su propio impulso como origen, el hombre mism0 puesto que este se quiere
producir a si mismo en la existencia dada.
EL
HOMBRE QUE SE PRODUCE ASI MISMO (LA MORAL)
El
hecho de que mutabilidad del hombre no se agote en la variación propia de su
existencia dada, según leyes naturales, significa LIBERTAD: el hombre cambia
por sí mismo. Toda la historia muestra que tal cambio se hace producido por la
moral. Se llama moral a las leyes que se someten los hombres en su actividad y
en su conducta intima, de modo a que así llegan a ser lo que son. La moral rige
como valor supremo. Nietzsche, en cambio ataca la moral en cada una de las
formas que salen actualmente al encuentro, pero no lo hace para quitarles las
cadenas que sujetan a los hombres, sino, más bien para impulsarlos mediante una
carga más pesada a que lleguen a una jerarquía superior. Al atacar y al negar
lo que vivía como ley moral y como libertad de autoconciencia humana, Nietzsche
quiso concebir, dentro de nuevas exigencias, el ser autentico del hombre.
En
consecuencia, el hombre se produce a si mismo. El hecho de que el hombre no
solo sea un ser cambiante, sino un ser que se produce así mismo, en virtud de
su libertad, constituye una firme convicción. Justamente su crítica a la mortal
quiere volver a posibilitar ser libre. La voluntad de auto producirse es el
acto de crear. La libertad es estar fundado en sí mismo y en un vivir de sí
mismo.
La
nueva moral debe ser la mortal natural, se vuelven a afirmar las ideas que
superan una vez más “todo naturalismo natural, toda mortal del buen sentido”.
El ser que debo llegar a ser únicamente puede significar un ser que es ahora y
solo ahora asì.
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES TRADICIONALES: EL
NIHILISMO. La cultura europea ha llegado a su propia ruina, a la decadencia,
hay que liberar al hombre de todos los valores falsos, devolviéndole el derecho
a la vida y a la existencia, dice Nietzsche. Para ello, el 1er paso debe
consistir en una transmutación de todos los valores de nuestra cultura
tradicional.
Así, el nihilismo no consiste en una teoría filosófica o en una proposición
teórica, sino que es un movimiento propio de nuestra cultura. La fuerza del
espíritu de occidente, cansado y agotado por los valores inadecuados y falsos
de su "verdadero mundo" se vuelve nihilista.
¿QUÉ SIGNIFICA NIHILISMO?, que se desvalorizan los
más altos valores, falta la meta y falta la respuesta al por qué>>. El
nihilismo del espíritu occidental es radical y absoluto, y una vez perdida la
fe en el "verdadero mundo", la cultura se queda sin sentido, sin guía
o meta aparente, entonces se llega a la decadencia o al pesimismo.
Por lo tanto, el nihilismo es una fuerza destructora de la base de la cultura
occidental, es decir, de ese Dios cristiano en el que se apoya la moral y el
conocimiento del hombre: <<¿Dónde se ha ido Dios ?, yo os lo digo,
nosotros lo hemos matado, todos nosotros somos sus asesinos. Lo único que
permanece en Dios muerto son la iglesias>>.
LA MORAL DE
LOS SEÑORES: Nietzsche tiene
especial enemistad con las éticas kantiana del deber, la utilitarista y sobre
todo con la ética cristiana y valora, por el contrario, la vida sana, fuerte,
impulsiva y con voluntad de dominio. Todo lo débil, enfermizo y fracasado es
malo, pero definitivamente, la compasión es el peor mal.
Distingue dos tipos de moral :
- Moral de los señores : la de las individualidades poderosas que tienen
superior vitalidad y vigor para consigo mismas. Es la moral de la exigencia y
de la afirmación de los impulsos vitales.
- Moral de los esclavos : la de los débiles y miserables, la de los degenerados
; regida por la falta de confianza en la vida, porque valoran la compasión, la
humildad y la paciencia. Es una moral del resentido, que se opone a todo lo
superior y que por eso afirma todos los igualitarismos.
EL SUPERHOMBRE
Piensa Nietzsche que el hombre es un ser miserable e inmundo, un ser a medio
hacer, un puente entre la bestia y el superhombre, un paso de la pura
animalidad a la superhumanidad. Es su destino, pero en su recorrido evolutivo
poco ha sido todavía lo alcanzado: “Habéis evolucionado del gusano al hombre,
pero todavía hay mucho de gusano en vosotros”.
El hombre es como una enfermedad en el universo, y es el único animal que
todavía no ha llegado a consolidarse. La vida humana conlleva un grave riesgo:
o vencer al hombre mediante la superación, o volver a la animalidad primitiva.
Mientras todos los animales han producido algo superior a ellos, el hombre se
resiste a evolucionar, no quiere abandonar lo valores del pasado y dar un nuevo
sentido a la humanidad. Está pues, a diferencia del animal, vuelto al futuro y
concibe ideales, cuenta destinos. Pues bien, habría según Nietzsche tres
versiones del ideal humano: El ideal estético, donde el ideal humano es
interpretado como tragedia, donde se armonizan lo dionisiaco y lo apolineo. Lo
dionisiaco representa la embriaguez desenfrenada de vivir y lo apolineo
representa la armonía de forma y el resplandor de la belleza. Pero también el
ideal científico, que concibe el ideal humano como sabiduría: el hombre sabio
conoce la realidad del mundo con todas sus miserias, y por eso afirma
enérgicamente la vida. Por último, el mayor ideal, el superhombre, donde se
integra y sintetiza el radical cambio de valores que propone Nietzsche.
De acuerdo con Nietzsche, las masas (a quien
denominaba "rebaño", "manada" o "muchedumbre") se
adaptan a la tradición, mientras su superhombre utópico es seguro,
independiente y muy individualista. El superhombre siente con intensidad, pero
sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón. Centrándose en el mundo
real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones
en general, el superhombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor
que conlleva la existencia humana. Su superhombre es un creador de valores, un
ejemplo activo de "eticidad maestra" que refleja la fuerza e independencia
de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano
"envilecido" por la docilidad cristiana, excepto de aquéllas que él
juzga vitales.
Nietzsche sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la
"voluntad de poder". La voluntad de poder no es tan sólo el poder
sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la
creatividad. Tal capacidad se manifiesta en la autonomía del superhombre, en su
creatividad y coraje. Aunque Nietzsche negó en multitud de oportunidades que ningún
superhombre haya surgido todavía, cita a algunas personas que podrían servir
como modelos: Sócrates, Jesucristo, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel,
Shakespeare, Goethe, Julio César y Napoleón.
Para llegar al superhombre, el hombre europeo tiene que autosuprimirse, y este
proceso debería pasar por tres fases :
- El camello es el símbolo del hombre europeo actual, que todavía está
impregnado de la moral de esclavos y que soporta el peso de la carga con
paciencia.
- El león en cambio es el símbolo del hombre revolucionario, el que se levanta
contra la moral de los esclavos. A su vez, el león después de romper las
cadenas de la esclavitud tiene que transformarse en niño.
- El niño simboliza la pureza e inocencia de la infancia, desde la que se
recrea la nueva tabla de valores.
El superhombre representa, pues, esa nueva tabla de
valores: el amor a la vida, el sentido de la Tierra y la exaltación de los
instintos ascendentes. El hombre para convertirse en superhombre ha de expulsar
de su interior a Dios. No se trata de una divinización del hombre, sino todo lo
contrario, una sustitución de Dios por el superhombre, de tal forma que éste se
convierta en un ser con plenitud de poder y de dominio sobre sí y sobre los
demás. Pero esta transformación requiere, según Nietzsche, de una voluntad de
dominio, de agresión y de sentimientos hacia lo ajeno, la "voluntad de
poder".
ACTIVIDAD
Lean
el siguiente pasaje, correspondiente a la Genealogía de la moral de Nietzsche y
responda:
“la
rebelión de los esclavos en la moral comienza cuando el resentimiento mismo se
vuelve creador y engendra valores: el resentimiento de aquellos seres quienes
les esta velada la autentica reacción, la reacción de la acción, y que se
desquitan únicamente con una vergüenza imaginaria. Mientras que toda moral
noble nace de un triunfante, dicho asi mismo, la mortal de los esclavos dice
no, ya de antemano, a un “fuera”, a “otro”, a un “no yo”; y ese no es lo que
constituye su acción creadora. Esta inversión de la mirada que establece
valores – es necesario dirigirse hacia afuera en lugar de volverse hacia sí
-forma parte precisamente del resentimiento: para surgir, la moral de esclavos
necesita siempre primero de un mundo opuesto y externo, necesita, hablando
fisiológicamente, de estímulos exteriores para poder en absoluto actuar, -su
acción es de raíz, reacción-.
a) A
quienes llama esclavos? A qué tipo de moral corresponde?
b) Qué
hombre representaría para Nietzsche, el que participa de la moral noble?
c) Cuál
es la causa por la cual la moral de los esclavos no tolera la tolerancia? Que
sucede con la voluntad de poder?