Hola 2do 2da!!! Espero que se encuentren todos bien, Les adjunto el tp4. Recuerden que en el trabajo anterior iniciamos con literatura fantástica; en los tres agrupamientos vimos este tema y llegamos a comprenderlo primero con la lectura de Esquina peligrosa, y luego con la de La soga. Con el agrupamiento 3 iniciamos con esta nueva propuesta el día viernes. Charlamos mucho sobre lo sobrenatural, que es una de las características de este tipo de literatura. Recuerden cualquier duda me preguntan. A SEGUIR CUIDÁNDOSE MUCHO!! Saludos profe Sandra.😊
Materia:
Prácticas del lenguaje 2año 2da división. EESN°30 T.T TP4
Profesora:
Samaniego, Sandra Noemi.
Tema:
Literatura fantástica 2
Lo fantástico y las partes separadas del cuerpo
humano.
Entre los temas
recurrentes del fantástico interesa el modo en que diversas partes del cuerpo se
separan de la central y adquieren autonomía: una mano puede resumir el ser
completo y continuar viviendo aun separada del cuerpo. Esto mismo se sintetiza
en ojos inquietantes, en cerebros que se desarrollan de manera autónoma o en
cabezas que cobran independencia.
Islandia.
Fue a principios de siglo cuando no había teléfonos
ni radio ni televisión, cuando no había nada
que salvara a los que vivían en esos pueblos de la
pesada tristeza que va devorando el alma. Era el
momento más sombrío del año, cuando nunca se ve el
sol y la semioscuridad llena todos los recovecos
de la vida.
Todo parece dejar de respirar, helado e inmóvil,
hasta que de pronto cae la lluvia y la cara del Ártico
se convierte en un revoltijo de humedad, mugre,
oscuridad y desesperanza. Entonces empieza
a nevar y en derredor las empinadas laderas de los
montes son el interior blanco de un gigantesco
ataúd. El mundo se congela otra vez, vuelve a
llover, nieva; parece que nunca se van a terminar esas
malditas desdichas.
Es el momento del año en el que muchas de las
gentes que viven en esos pueblitos dejan de hablar.
Cuando se encuentran en las calles, miran hacia
delante o hacia abajo en impenetrable silencio,
los dientes apretados. Otros se quedan días enteros
en la cama, las cabezas tapadas con las cobijas.
Es tiempo de odio, de venganza, violación y locura.
También es tiempo de fantasmas.
En ese pueblo vivía una chica. Era la empleada del
único kiosco del pueblo. Si bien los que vivían
allí se arrastraban tarde o temprano hasta el
kiosco aunque más no fuera para tratar de mantener
el latido de la poca vida que les iba quedando, la
chica estaba sola la mayor parte del tiempo. Y se
sentía, en esos meses más oscuros del año, tan
llena de tristeza como cualquier otro.
Uno de esos días en los que estaba sola, comiéndose
las uñas como siempre, totalmente embobada,
sucedió algo espantoso: un fantasma entró al
kiosco. Era un fantasma que había andado por
toda la costa matando literalmente de miedo a la
gente con algunas cochinas tretas. Pero como
este pueblo estaba tan aislado, nadie había oído
todavía nada de sus roñosas hazañas. El fantasma
se acercó a la chica llevando su cabeza bajo el
brazo y le preguntó:
—¿Tiene hilo de coser?
—¿Qué clase de hilo? –preguntó la chica mirando la
cabeza bajo el brazo sin pestañear siquiera.
—Tengo que coserme la cabeza al cuello –dijo el
fantasma, y bajo el brazo la cabeza le hacía
horribles muecas burlonas a la chica.
—¿Qué prefiere? –dijo ella–. ¿Hilo blanco o hilo
negro?
El fantasma se quedó alelado. Había andado matando
a la gente por la costa solo con jugarle esa
mala pasada: se morían nomás, de un ataque al
corazón. Pero ahora, aturdido y sin saber qué hacer,
solamente atinó a agarrar la cabeza y sacudirla
frente a la chica.
La chica se sacó la cabeza.
El fantasma nunca había visto a una persona que
pudiera sacarse su propia cabeza como hacen
los fantasmas, así que se puso pálido de miedo y
sintió que un escalofrío le corría por la descabezada
espina dorsal. Dejó caer la cabeza al suelo, salió
corriendo del kiosco y nunca más se lo volvió a ver.
La chica se puso su cabeza, levantó la cabeza del
fantasma, la envolvió en papel marrón y la tiró
en el montón de basura detrás del kiosco. Volvió al
mostrador y empezó de nuevo embobada a comerse
las uñas. No le contó a nadie lo que había pasado.
Siguió trabajando en el kiosco hasta que se casó
con un tipo cualquiera que le daba tremendas
palizas durante esa época tan oscura del año. Hasta
que un día ella perdió la paciencia y se sacó
la cabeza frente a él. El tipo no le volvió a pegar
nunca más y vivieron felices el resto de sus vidas.
A continuación
les propongo que en su cuaderno o carpeta
respondan un cuestionario para analizar lo narrado por Stefánsdóttir en el
cuento “La chica del kiosco”.
2. ¿Cómo
interpretan al personaje de la chica? ¿Qué rasgos en cuanto a acciones,
características físicas y actitudes podrían señalar?
3. Relacionen en
este cuento el miedo con lo humorístico. ¿Cuáles de estas palabras
identificarían mejor el carácter del humor en el cuento: macabro – perverso –
socarrón – liberador– horrendo? Justifiquen su elección.
4. ¿Qué
particularidades presenta el personaje del fantasma? Realicen un cuadro en el
que comparen las características de este fantasma con los que se presentan a
continuación en los relatos “¿Sería fantasma?”, de George Loring Frost, y “Twice-told
tale”, de Enrique Anderson Imbert.
Eran casi las doce de la noche. Ya sin aliento se
metió en una casa abandonada. Cuando sus
ojos se acostumbraron a la oscuridad vio, en un
rincón, a un muchacho todo asustado.
—¿A usted también lo persiguen?
—Sí –dijo el muchacho.
—Venga. Están cerca. Vamos a escondernos. En esta
maldita casa tiene que haber un desván…
Venga.
Ambos avanzaron, subieron unas escaleras y entraron
en un altillo.
—Espeluznante, ¿no? –murmuró el muchacho, y con un
pie empujó la puerta. El cerrojo, al cerrarse,
sonó con un clic exacto, limpio y vibrante.
—¡Ay, no debió cerrarla! Ábrala otra vez. ¿Cómo
vamos a oírlos, si vienen?
El muchacho no se movió.
Malcolm, entonces, quiso abrir la puerta, pero no
tenía picaporte. El cierre, por dentro, era hermético.
—¡Dios mío! Nos hemos quedado encerrados.
—¿Nos? –dijo el muchacho–. Los dos, no; solamente
uno.
Y Malcolm vio cómo el muchacho atravesaba la pared
y desaparecía
¿Sería
fantasma?
Al caer de la tarde, dos desconocidos se encuentran
en los oscuros corredores de una galería de
cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos
dijo:
—Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?
—Yo no –respondió el otro– ¿y usted?
—Yo sí –dijo el primero, y desapareció
Estos últimos tres
cuentos también permiten pensar en otro tema frecuente de la literatura fantástica:
los juegos entre lo visible y lo invisible. Seres que atraviesan muros para
aparecerse, ante víctimas paralizadas, en forma de espectros, hombres invisibles
o fantasmas que enriquecen el sobrenatural fantástico, a veces con ciertas
notas de humor.
Para establecer
algunas conclusiones.
1. Utilizando algunas
de las siguientes palabras clave, escriban en su cuaderno o carpeta un párrafo
en el que sinteticen las características esenciales del género fantástico:
sobrenatural / lógico / cotidiano.
2. Escriban otro
párrafo en el que resuman algunos de los temas y personajes frecuentes en los
relatos fantásticos.
3. Pongan a prueba lo
que aprendieron. Escriban un relato fantástico, en el que aparezca un fantasma.
Imagínenlo y describan cómo es físicamente y cómo se comporta. Sitúenlo en el
siglo XXI, en el marco de circunstancias que les resulten cotidianas a ustedes.