HOLA 2DO 2DA! Espero que estén bien. Les dejo la actividad para esta semana, recuerden que ante alguna duda pueden consultarme via mail o whatsApp. A seguir cuidándose mucho. Cariños.
Prácticas
del lenguaje 2 año2da división. EESN° 30 T.T
Profesora:
Samaniego, Sandra Noemi.
Trabajo
práctico :
Cuento de ciencia ficción.
BUENAS
TARDES! Estimados alumnos, les envío la actividad para esta semana. En esta oportunidad les propongo la lectura de un
cuento corto, para ello en primera
instancia definimos literatura de ciencia ficción (recuerden que habíamos
trabajado con cuento realista y fantástico) Esta deberá estar en la carpeta
con fecha correspondiente a la semana 07/07. sandranoemisamaniego@gmail.com
o sandra_samaniego12@yahoo.com.ar
Definimos
literatura de “ Ciencia Ficción”
La ciencia ficción y la literatura fantástica
son géneros muy diferentes. En la ciencia ficción las situaciones
sobrenaturales se justifican con la evolución de la ciencia o la técnica. En
cambio, en la literatura fantástica lo sobrenatural no se explica, se genera la
duda e incertidumbre en el lector.
Este
tipo de literatura de anticipación no predice acontecimientos; por el
contrario, especula sobre las consecuencias futuras de hechos tecnológicos,
políticos, sociales o ecológicos, actualmente verificables.
Muchas veces el autor de ciencia ficción nos
muestra mundos futuros para reflexionar acerca del presente. Su propósito
es hacernos pensar cómo somos y cómo nos
proyectamos como miembros de la raza humana, poniendo en evidencia nuestras
virtudes y defectos.
Muchas de las obras escritas han anticipado varios avances tecnológicos antes de que
se produjeran, por ejemplo, las obras escritas por Julio Verne que anticipó la
existencia del submarino o los viajes a la Luna. El simple hecho de imaginar el
futuro hace que podamos prever cómo seremos y cómo viviremos.
Cuando se muestra una civilización mejor
que la actual se le llama utopía, es decir, un mundo mucho mejor, con mayores
progresos, mundos en paz, equilibrados, con la tecnología haciéndole la vida más
fácil al humano, con contactos con extraterrestres benévolos que nos ayudan, con
vidas ideales y positivas. Por el contrario, cuando el mundo representado es mucho peor
que el actual se denomina distopía, algunas visiones de cómo sería una era
pos-nuclear, una época apocalíptica, con graves catástrofes ecológicas, el
dominio de un gobierno mundial tiranizando a la población, la guerra con otros
mundos y otras, son algunas de las imágenes comunes de la ciencia ficción
distópica.
Además de ambientarse en un
futuro, ubicando las acciones muchas veces en un año exacto, el tiempo ha sido
muchas veces el tema de la ciencia ficción: reflexionar acerca de los viajes en
el tiempo, la superposición de tiempos, la relatividad del tiempo o la
alteración del tiempo han sido planteos recurrentes del género exponiendo
teorías científicas acerca de estas posibilidades.
Imaginar una vida futura implica también
imaginar cómo será el mundo en cuanto a sus espacios naturales, arquitectónicos
y geográficos; por eso el espacio ha sido representado a partir de detalladas
descripciones; lo mismo ocurre con la representación de otros planetas y
galaxias.
Por
otro lado, al igual que el tiempo, el espacio puede ser tema de reflexión
científica, por ejemplo planteando la superposición de espacios, las diferentes
dimensiones, etc.
Si bien pueden aparecer personas
corrientes, este género aportó personajes propios a la literatura: robots,
androides, inteligencia artificial, clones, mutantes, extraterrestres,
alienígenas, científicos, hombres con súper poderes, astronautas y otros han
sido personajes típicos, además de darles una imagen a través de descripciones,
muchas veces los escritores han tenido que inventar nombres técnicos para
ellos.
Este género dio lugar a plantear algunos
de los grandes temas humanos: el avance de la tecnología, la evolución de la
ecología, el contacto con vidas extraterrestres como espejo de la raza humana,
la ambición de la raza humana, las relaciones sociales y su proyección futura,
el sentido de la civilización, los límites éticos de los avances científicos,
son temas de fondo que siempre se plantean más allá de las historias de
aventuras y acción que se llevan a cabo en la narración.
Lectura: ROBOT MASA.
Por Sebastián Szabo
Somos unos pocos los que conservamos nuestro aspecto
humano. Los que somos de carne y hueso. Todos los demás se plegaron a la moda,
todos son de metal. Todos son robots-humanos. Desde que el Rectorado aprobó la
robotización, hace ya 300 años, todos se fueron operando y adoptaron el cuerpo
de metal. De humanos sólo conservan el cerebro y el corazón que ahora bombea un
líquido neutro.
Es fácil, es una operación de rutina, no duele nada, me dicen los robots. – Tenés que probarlo. Unite al mundo.
Desde que la robotización apareció, se modificó el mundo. Todo se rige por ella. Nadie puede ser dirigente si no es robots. Los líderes, los artistas… todos son robots.
Somos unos pocos los que no nos robotizados. Nos miran raro, nos ridiculizan.
Hace tres días que no veo a Urla. La extraño. Es la primera vez que desaparece.
Cuando salgo a la calle siento que se clavan en mí las miradas de las viejas robots. Viejas conventilleras que no perdieron su “capacidad de chisme y odio”, a pesar de su operación. No entiendo cómo se enamoran, si no se distinguen los hombres de las mujeres. Cómo pueden obtener satisfacción de sus cuerpos de metal.
La presión de los medios, de la sociedad, del Rectorado del planeta, para que nos roboticemos es terrible. No nos dejan en paz. Nos apedrean en la calle. Nos arrestan por subversivos. Nos condenan por el solo hecho de no querer cambiar. Con Urla, mi novia, juramos que no cambiaríamos, que seríamos humanos, de carne y hueso, hasta la muerte. Hace tres meses que no veo a Urla. Ya comienzo a olvidarla. La ciudad sigue igual. Todos son robots. Hace mucho que no veo a un humano. Tal vez sea el último de los de carne y hueso.
Tengo que vivir escondido, sólo salgo de noche. Recorro los bares humanos, donde solíamos reunirnos los últimos, y no encuentro a nadie. Todos han desaparecido.
Alguien golpea la puerta de mi casa. Alguien entra. Viene hacia mí. – Hola –me dice- Soy yo, Urla ¿te acordás de mí?
No le contesto, la miro. No puedo creer que sea un robot. Ella se ha operado, es una máquina más.
Hace horas que corro. Trato de alejarme de la ciudad, de esa horrible imagen de Urla. Ella me traicionó. No la odio. No le guardo rencor.
Pobre, la presión era muy fuerte. No la pudo soportar. Yo tampoco puedo hacerlo. Me detengo y giro. Vuelvo a la ciudad.
Estoy acostado en la camilla. Dos robots me conducen al quirófano.
– “¡¡¡Extra, extra!!! El último de los humanos ya es robot”- pregonan los robots canillitas en toda la ciudad.
Es fácil, es una operación de rutina, no duele nada, me dicen los robots. – Tenés que probarlo. Unite al mundo.
Desde que la robotización apareció, se modificó el mundo. Todo se rige por ella. Nadie puede ser dirigente si no es robots. Los líderes, los artistas… todos son robots.
Somos unos pocos los que no nos robotizados. Nos miran raro, nos ridiculizan.
Hace tres días que no veo a Urla. La extraño. Es la primera vez que desaparece.
Cuando salgo a la calle siento que se clavan en mí las miradas de las viejas robots. Viejas conventilleras que no perdieron su “capacidad de chisme y odio”, a pesar de su operación. No entiendo cómo se enamoran, si no se distinguen los hombres de las mujeres. Cómo pueden obtener satisfacción de sus cuerpos de metal.
La presión de los medios, de la sociedad, del Rectorado del planeta, para que nos roboticemos es terrible. No nos dejan en paz. Nos apedrean en la calle. Nos arrestan por subversivos. Nos condenan por el solo hecho de no querer cambiar. Con Urla, mi novia, juramos que no cambiaríamos, que seríamos humanos, de carne y hueso, hasta la muerte. Hace tres meses que no veo a Urla. Ya comienzo a olvidarla. La ciudad sigue igual. Todos son robots. Hace mucho que no veo a un humano. Tal vez sea el último de los de carne y hueso.
Tengo que vivir escondido, sólo salgo de noche. Recorro los bares humanos, donde solíamos reunirnos los últimos, y no encuentro a nadie. Todos han desaparecido.
Alguien golpea la puerta de mi casa. Alguien entra. Viene hacia mí. – Hola –me dice- Soy yo, Urla ¿te acordás de mí?
No le contesto, la miro. No puedo creer que sea un robot. Ella se ha operado, es una máquina más.
Hace horas que corro. Trato de alejarme de la ciudad, de esa horrible imagen de Urla. Ella me traicionó. No la odio. No le guardo rencor.
Pobre, la presión era muy fuerte. No la pudo soportar. Yo tampoco puedo hacerlo. Me detengo y giro. Vuelvo a la ciudad.
Estoy acostado en la camilla. Dos robots me conducen al quirófano.
– “¡¡¡Extra, extra!!! El último de los humanos ya es robot”- pregonan los robots canillitas en toda la ciudad.
Actividad
1) A-¿Qué
le sucede al protagonista de la historia? B- ¿Quién es Urla? C- ¿En qué tiempo
está narrada la historia? D- ¿Qué ocurre finalmente con este hombre?
2) Al
final del cuento un canillita pregona un suceso
de importancia. Realiza una
noticia en la que relate los acontecimientos sucedidos.
3) Realiza un cuadro en el que resumas las características
de la literatura de ciencia ficción. Para la confección del mismo tenés que
leer nuevamente con atención el material
de lectura que se propone al inicio del trabajo.