miércoles, 16 de septiembre de 2020

4° 1° LITERATURA- PF PAULA GENTA- 16/9/2020

 

LENGUA Y LITERATURA

DOCENTE: GENTA PAULA

CURSO: 4°1°

COSMOVISION EPICA: LA LITERATURA GAUCHESCA.

Hola chicos espero que se encuentren bien al igual que sus familias. En la actividad anterior comenzamos a ver la épica medieval con el texto del Rey Arturo. A partir del comportamiento de tal héroe sacamos las siguientes conclusiones:

La épica es un género literario que surge en la antigüedad clásica y se encarga de narrar los hechos protagonizados por un héroe famoso, histórico o legendario. Solía tener como tema principal la guerra. Relacionada con cierta idea de nacionalidad o de pertenencia a un pueblo.

En cuanto al héroe medieval, era básicamente un héroe nacional y representaba los valores y virtudes más sobresalientes de su pueblo. En los poemas épicos medievales se construye la noción de enemigo asociado a otro extranjero y es lógico, es una época de conquista y conformación de territorios.

Mencionamos al héroe, concepto que, según los momentos históricos y las necesidades sociales, ha adoptado diversas acepciones o significados. En la Antigüedad clásica, el héroe era producto de la unión de un Dios y una mortal, o viceversa, por lo tanto, era más que humano y menos que divino, y esta condición lo hacía ser portador de algún valor particular. Tal era el caso de, por ejemplo, Hércules y su desmedida fuera.

Posteriormente, el héroe perdió su condición de semidios y pasó a ser un hombre con destacadas virtudes, capaz de sobreponerse a todas las adversidades con tal de lograr su objetivo, aunque en muchos casos, también contaba con ayuda sobrenatural. Dicho objetivo es conseguir un deseo que se corresponde con un ideal de la sociedad de esa época.

El héroe más característico es el guerrero, con los valores que lo definen de la manera más precisa: el valor y la lealtad a sus compañeros de armas. También en la época medieval se suma el respeto sagrado a la relación entre el vasallo y el señor, es decir, la obediencia incondicional al rey.

Ahora vamos a ver el héroe épico nacional, atribuciones muy defendidas por unos pero muy cuestionadas por otros. Ese héroe es Martín Fierro. Es habitual escuchar que “no hay nada más propiamente argentino que él y esta afirmación pone de manifiesto el carácter simbólico que encierra esta obra, que puede advertirse también, por ejemplo, en la estatuilla que se da como premio en el mundo del espectáculo local.

Dicha obra compite, por decirlo de alguna manera, con la de Estanislao del Campo, Fausto, cuya primera parte, narra el encuentro de Anastasio el Pollo y su paisano Laguna en el bajo de Buenos Aires. En las siguientes, el Pollo narra lo visto en una representación de la ópera Fausto, en el Teatro Colón a la que ha asistido por casualidad. En el poema, se contraponen el mundo de la alta cultura y de la cultura popular y sus respectivos entornos, la ciudad y el campo, oposición en la que se cifra el debate sobre la identidad nacional durante todo el siglo XIX y buena parte del XX.

Volviendo al Martín Fierro, de Hernández, de la lectura de su obra surgen varias cuestiones relacionadas con la identidad nacional, la inclusión de la cuestión del gaucho desde una perspectiva diferente hasta la que se había planteado hasta ese momento.

A continuación, vas a leer un artículo de opinión acerca del tema para luego analizar fragmentos de la obra.

 

Martín Fierro, hoy

Por José Pablo Feinmann


A José Hernández no le agradaba el tono juguetón del Fausto criollo de Estanislao del Campo (1834-1880). Siempre sugirió que Estanislao se había burlado de la inocencia de los gauchos, que no los había tomado en serio. Cierto o no, el poema de Estanislao está lleno de gracia y tiene una mirada chulada sobre sus dos protagonistas. Se trata de un diálogo entre Don Laguna y Don Pollo. En cierto momento, casualmente, Don Laguna menciona al Diablo. Don Pollo se alarma: “¡Callesé amigo! ¿No sabe usted que la otra noche lo he visto al demonio?” “¡Jesucristo!”, se protege Don Laguna. Y Don Pollo: “Hace bien, santigüesé”. Don Pollo relata su experiencia: “Como a eso de la oración/ aura cuatro o cinco noches/ vide una fila de coches/ contra el tiatro de Colón”. Y le cuenta la historia del Fausto de Gounod. Concluye: “Cayó el lienzo finalmente/ y ahí tiene el cuento contao.../ Prieste el pañuelo, cuñao/ me está sudando la frente”. Don Laguna admira su bravura: “Lo que almiro es su firmeza/ al ver esas brujerías”. Pero Don Pollo: “He andao cuatro o cinco días/ atacao de la cabeza”.
Hernández propone una literatura que toque temas de “jundamento”. La primera parte (la ida) expone el tema del gaucho quejoso de las tropelías de los Jueces y de la falta de amparo de los hombres del Gobierno. Así, el gaucho vive penando: “Ninguno me hable de penas porque yo penando vivo”. En esas penas hay una pedagogía: “Nada enseña tanto como el sufrir y el llorar”. A partir del verso 1315 empieza una airada defensa del gaucho. Una expresión de sus desdichas. “El siempre anda juyendo/ siempre pobre y perseguido; no tiene cueva ni nido/ como si juera maldito”. Y concluye con toda firmeza: “Porque el ser gaucho... ¡barajo!/ el ser gaucho es un delito”.
Continúa describiendo las implicancias de ese “delito”. “El nada gana en la paz/ y es el primero en la guerra/ porque el gaucho en esta tierra sólo sirve pa’ votar.” Y “aunque la razón le sobre/ son campanas de palo/ las razones de los pobres”. Y el castigo, en vez de la comprensión, se descarga sobre él: “¡Dele azote, dele palo/ porque es lo que él necesita/ De todo el que nació gaucho/ ésta es la suerte maldita”. Por fin decide huir, exiliarse en la frontera. Hundirse entre la indiada. Marginarse. Y su fuerza se deposita en su cuchillo: “Yo abriré con mi cuchillo/ al camino pa’ seguir”. Y también: “Y pasa uno en su desvelo/ sin más amparo que el cielo/ ni otro amigo que el facón”. La sociedad, inmisericorde con él, arroja al gaucho a la violencia y al delito.
Esta decisión de Fierro es la del escupido por la “civilización”, la del excluido. Abandonar la sociedad y entregarse a la marginación. O perderse en el delito. En una pelea Martín Fierro mata. Lo persigue la partida. Lucha contra ella. Tan bravíamente lo hace que se le une el sargento Cruz diciendo que no permitirá que se mate a un valiente. Cruz se une, así, a la delincuencia de Fierro.
¿Qué deciden? Marginarse de la sociedad. Hundirse entre la indiada. Si el ser gaucho es un delito, si los puebleros no entienden, lo que entiende el gaucho es que debe huir, que tanto lo han maltratado, tanto lo han injuriado las leyes que es mejor la “barbarie pampa” que la civilización de los doctores.
Más allá de las concesiones que hace Hernández en la segunda parte (en la Vuelta de Martín Fierro), la primera expresa el dolor de la pobreza, la persecución al diferente y el ser culpable por la mera condición de ser distinto, innecesario. Un ser que el progreso no requiere.
Posiblemente ésta sea su lectura aún vigente durante los días que corren. Para el mundo injusto de hoy. Donde todavía “ser gaucho” es un delito.

 

 

ACTIVIDADES:

Como en la semana del 25 de septiembre se realizará la Maratón Nacional de Lectura, cuya temática va girar en torno provincia de Buenos Aires por su 200 aniversario, te propongo que realices una producción escrita que consiste en un viaje que realiza Martín Fierro a Buenos Aires.

Describir dicho viaje atendiendo a las siguientes características extraídas del texto periodístico:

“Esta decisión de Fierro es la del escupido por la “civilización”, la del excluido.”

“Abandonar la sociedad y entregarse a la marginación…”.

Este viaje es precisamente de manera inversa, alguien que vive en el interior del país, acostumbrado a la tranquilidad, a otra forma de vida completamente diferente a la de la ciudad que de repente tiene que vivir en esta jungla, con sus tiempos y leyes.

 

ESPERO QUE LA ACTIVIDAD JUNTO CON EL MATERIAL TEORICO TE HAYA SIDO PLACENTERO, MI INTENCION ES COMENZAR A REFLEXIONAR EL CONTEXTO EN QUE SE HAN ESCRITO MUCHAS OBRAS PARA LUEGO DARLE UNA SIGNIFICACION MAS ACABADA, UNA VEZ LEIDA.

                                                                                                          CARIÑOS.